Buzoneo: ¿Masivo o selectivo?
Una de las técnicas de marketing directo tradicionales que mejores resultados da en relación a la inversión realizada por parte de los anunciantes es, sin duda alguna, la del buzoneo o reparto de publicidad a través de la entrega a través del buzón postal.
Entre las distintas empresas que apuestan por este tipo de acciones de marketing actualmente existen dos corrientes distintas, por un lado las que apuestan por llegar a cuantas más personas mejor, con la idea de conseguir ‘hacer marca’ independientemente de si los receptores de los folletos acaban o no comprando, indicando que el hecho de darse a conocer es ya en sí una manera de acercar un producto o servicio desconocido a un target determinado, mientras que por otro encontramos aquellas empresas que optan por realizar un envío selectivo al público objetivo al que va destinada cada campaña concreta en busca de dar en el centro de la diana de los compradores.
Sobre qué opción acaba proporcionando mejores réditos económicos a la empresa que decide anunciarse hay distintas teorías, ya que en función del tipo de acción que se realice, una, la otra, o las dos, podrían resultado de ayuda a los protagonistas de los flyers informativos. Por ejemplo, no es lo mismo un folleto de una empresa que se dedica a la reparación de móviles que se quiere dar a conocer a nivel nacional, que una que lo busca es promocionar una determinada oferta a nivel local.
Así pues, si se trata de una empresa de nuevo cuño, que acaba de nacer, y que necesita informar de que ha nacido y de qué ofrece y en qué condiciones, es posible que el envío masivo o indiscriminado puede acabar teniendo el efecto deseado de ‘hacerse oír’. Muy distinto es el caso si se trata de anunciar algo en concreto.
En este caso, casi todos los profesionales del marketing directo coinciden en el que es necesario elaborar previamente y junto al cliente un perfil exhaustivo de quién es nuestro posible comprador y discriminar, como mínimo por barrios, en busca de aterrizar en aquellos portales en los que existe una mayor probabilidad de dar en el ojo de aquellos a los que en principio les pueda hacer más fácil la existencia de nuestro negocio.
A este respecto es también capital tener en cuenta factores como el ámbito de negocio de cada empresa anunciante, si se trata de un negocio de barrio, centrándose exclusivamente en un barrio y haciendo un envío masivo en ese caso, o si se trata de un negocio para un nicho de clientes muy concreto pero de ámbito local, regional o nacional, siendo en este caso selectivo a nivel del tipo de viviendas en los que creemos podemos encontrar compradores, pero en distintos núcleos urbanos.
Dicho esto, la respuesta a si es mejor optar por realizar un buzoneo masivo o selectivo la respuesta correcta sería que, dependiendo del tipo de anunciante del que hablemos, del tipo de publicidad que este requiera y del ámbito al que se dedique. Una vez analizados todos estos puntos, codo a codo con los anunciantes, estaremos en condiciones de realizar un buzoneo lo más certero posible.